miércoles, 21 de diciembre de 2011

Baños botswanos

Y como no podía faltar esta sección en este nuevo país, aquí os dejo el típico baño bushman.


El invento consiste en hacer un agujero profundo que se va llenando en estratos según la gente va acudiendo a reflexionar (por lo de la postura) y trás cada deposición se echar una capa de tierra en plan aquí no ha pasado nada...

Al fondo se ve la marca usada para saber donde cabar.

El Delta del Okavango

Los platos fuertes de Botswana son el Delta del Okavango y el Parque Nacional de Chobe, y en ese itinerario estoy.

Desde Maun, la capital del Delta hicimos el vuelo panorámico en avioneta, una experiencia nueva volar en un artefacto tan pequeño, aunque para ver bien los animales creo que es mejor hacerlo en helicóptero porque al menos yo no distinguía un elefante de un rinoceronte o un búfalo, a pesar de mi buena vista...

La noche la pasamos en un camping de las afueras de la ciudad, y de ahí nos montaron en unos camiones de transportar ganado para adentrarnos en el delta hasta el puerto de salida aguas arriba.

Los barcos que nos llevaban se llaman mokoros y se manejan igual que las góndolas de Venecia, después de una hora de navegación entre lagunas y canales llenos de flores flotantes lili, llegamos a lo que iba a ser nuestro campamento por dos días en medio de la nada o mejor dicho en medio de todo, un paisaje maravilloso, naturaleza en todo su esplendor y un buen fuego, en un sitio así lo demás sobra.

En estos dos días paseamos por las islas verdes del delta, en busca de animales de los que únicamente vimos huellas y gracias, porque si nos encontramos ahí en medio con un hipopótamo o un elefante o una hiena o un león... No se que hubiera pasado...

También nadamos en el agua del rio, y hasta fui a pescar y a aprender a conducir un artefacto de estos con un Poula (tribu local).

Lo más emocionante por no decir, acojonante fue sin duda contemplar los hipopótamos nadar a tan solo 20 metros de distancia, montados en los tronquitos esos... Hasta los poulas se reían nerviosamente cuando una pareja de hipos nos hicieron retroceder y meternos entre los juncos. Y pensar que había estado nadando por esos canales unas horas antes...

A mediodía del 16 de Diciembre salimos porfin del rio, con las flores abiertas para despedirnos y nuevamente rodeados de hipopótamos. Como souvenir para Acsion, mi balsero, le regalé la camiseta verde que llevaba desde el principio del viaje; Almu se que era un regalo pero me contó que se le había quemado la casa y no tenía ropa, y como le gustó desde el primer día pues tuve que dársela a cambio de una foto con ella puesta (todavía conservo la blanca).

Lo mas increíble de este viaje es la sensación de que todos los días te sorprenden, valen por un viaje en si mismos, y van dos meses y medio de aventuras; me voy a dormir sin saber que pasará mañana.

Un chubasco que esquivamos desde la avioneta

Aquí es donde desaparece toda el agua

Vaya mareo!!

Romantique!

En busca del punto de acampada

Aquí el campamento, mi tienda es la que peor pinta tenía

La flor que llena toda el agua de color

Pezqueñines no gracias...

No era tan pezqueñin eh!!

Sunset

Y nosotros sin armas y montados en troncos... pura adrenalina!

Cuida la camiseta Acsion!!


Los "Bushman"

La primera noche en botswana la pasamos en un poblado de los bushman, tras plantar las tiendas lejos del chofer por recomendación de los veteranos (sus ronquidos son similares a los del pequeño Txema...) y cenar algo, nos deleitaron con unas danzas y cánticos alrededor del fuego.

Para mi desgracia el interprete de los bushman se hacía llamar Robert y cuando me presenté como Carlos le hizo muchísima gracia el tandem Roberto Carlos, así que me tocó hablar en bushmaniaco con sus "tloc tloc tlic" imposibles de pronunciar, recoger la propina y practicar un poco de baile... Os podéis imaginar con mi gracia bailonga lo bien que lo hice!!

Propósito para Zambia cambiar el seudónimo, igual Julio como Yulio Iglesias.

En la cena un medico belga me metió el miedo en el cuerpo con la malaria y me tapé como si fuera a esquiar, me dijo que lo que me habían dado en España (doxicilina) no servía de nada y que comprara Malarone aunque sea como remedio por si la cojo (ya que voy a estar mas de 4 meses en riesgo y no puedo tomar tanto tiempo seguido).

No se que hacer aquí todo el mundo está lleno de ronchas rojas por las pastillas, muy bueno no debe ser, así que seguiré con mi plan, de si la cojo rápido al medico.

De todas maneras lo mejor es que no piquen así que antes de dormir tuve que matar 3 mosquitos de dentro de mi tienda. Pero eso no es nada comparado con el escorpión que ha salido de debajo de la tienda esta mañana...

Tras un desayuno rápido hemos ido a recolectar con los bushman al campo todas sus plantas medicinales, plantas que dan agua y hemos hecho fuego con dos palitos y hemos fumado tabaco con un hueso a modo de cigarro.

Después de despedirnos emprendemos camino a Maún donde cogeremos una avioneta para sobrevolar el Delta del Okavamgo, dormiremos y nos prepararemos para dos noches de aventura por los canales e islas del Delta del Okavango.

El Delta del Okavango es el mayor delta tierra a dentro del mundo, el rio se divide entre canales antes de desaparecer bajo el terreno arenoso del Kalahari.

En plenas danzas, cada danza se bailaba según la caza que se traiga a casa

Las bushwomen

Vaya fumada Vita!!!

Poniéndose un poco al día con el caso Urdangarín

Overlanding

Overlanding es la palabra con la que se conoce el transporte/tour/aventura que he escogido para recorrer Botswana. Se trata de un camión tipo "Paris-Dakar" modificado con asientos de bus y alguna comodidad mas para recorrer Africa. No lo llaman camión no lo llaman bus no lo llaman caravana... Este artefacto tiene nombre de cantante, lo llaman Kurt.

Existen muchas compañías que lo hacen, yo he elegido Nomad, que no es la mas barata, pero combina aventura y visitas a parques y pueblos locales.

La primera impresión es la de estar en un reality show, con suizos, alemanes, estonios, sudafricanos, y alguno mas que se me olvida hasta un total de 16 personas. Te intentan vender que esto es aventura, me parece una aventura muy controlada pero me apetecía probar.

La etapa de hoy 12 de Diciembre es todo carretera, 600 km desde Windhoek hasta Ghanzi en Botswana donde conviviremos con un pueblo "bushman" que yo he traducido como bosquimano, pero no os creáis todas mis traducciones u os moriréis de sed!

Estaremos recorriendo por la tarde el norte del Kalahari (que yo pensaba que era desierto pero está más verde que San Mames, por las últimas lluvias será) pero sin adentrarnos en él, en los próximos días visitaremos el delta de Okavango y el parque nacional de Chobe para terminar el 19 de Diciembre en Victoria Falls.

Este es el camión en la primera parada para comer algo

La primera tienda montada (Lander la próxima que montes me pedirás ayuda)

Sur de Namibia

De vuelta al Cameleon Backpacker, Roberto y yo ya habíamos creado una alianza y nuestra misión era viajar al sur del país; ya descartado el paseo por el norte del país por falta de tiempo, las distancias en Namibia son enormes para ir de un sitio a otro.

Tanteamos el hostel por si hubiera nueva gente y oportunidades de juntarnos a algún coche y como no había novedades buscamos en internet y reservamos un coche para el jueves. La siguiente misión era llenarlo para abaratar costes y encontramos a otro alemán Matthias que estaba dispuesto a venirse al sur.

El jueves 8 de Diciembre a las 15:00 horas, empezamos nuestra travesía 500Km del tirón antes de que anocheciera para dormir en Keptmanshop, creo que no había conducido tanto tiempo seguido nunca, las carreteras aquí son o rectas larguísimas de dos sentidos y sin mucho tráfico o pistas de tierra, ese día era todo asfalto.

La noche la pasamos en una habitación con cuatro camastros sin sábanas que nos alquiló carísimo (para lo que era) un alemán con pinta de vivir en otro siglo que regenta el club alemán más antiguo de Africa, un lugar de apariencia no muy tolerante, digamos.

El viernes hicimos dos visitas de las que dejan buen recuerdo y hacen poner a Namibia en un puesto cabecero como destino de algún otro viaje, primero el Fish River Cagnon y después Luderitz, atravesando pistas y carreteras con paisajes increibles.

El Fish River Cagnon sorprende por su profundidad y la impresionante vista que se tiene del rio, además tiene una zona de aguas termales donde nos dimos un chapuzón para reponernos del corrugado de la pista que te deja los tornillos sueltos.

El tramo de carretera hasta Luderitz es un paisaje impresionante de montes, colinas, praderas barridas por el viento hasta llegar a atravesar las dunas del Namib llegando a la costa.

En plena tormenta de arena, nos encontramos con unos moteros a los que Roberto conocía de cuanto coincidió con ellos 3 semanas antes en Ethosa, y que nos escoltaron hasta el backpacker donde coincidimos con más viajeros en su mayoría camino de Cape Town y con historias muy diferentes.

La mañana del sábado visitamos la bahía de Luderitz, puerto de descarga de pescado de alguna empresa española de pescado congelado, lo probamos fresco y está mejor, quien lo iba a decir...

El pueblo es pintoresco, de casas que recuerdan a las alemanas pintadas de colores que dan un aire alegre entre el viento que arrecia sin parar.

De ahí solo quedaba conducir unos 1000 kilómetros en dos etapas con tiempo para ver el clásico, en un hotel con habitación con tele y todo, lujo puro!

Por la mañana del domingo antes de la última etapa, Roberto se desvió en bici hacia el sur para cumplir su final del viaje mil y pico kilómetros hasta Ciudad del Cabo. Suerte amigo seguro que nos volvemos a ver!

Con esto terminan mis 2 semanas en Namibia, un país como tantos otros sorprendente o más diría yo; me entra la risa porque siempre digo lo mismo; pero los paisajes de Namibia de verdad de verdad que son impresionantes!

Que poquita cosa somos

Pelillos de punta

Un poco de relax después de tantos kilómetros de pista

Despedida del mar por unas semanas

Luderitz, el viento no sale en la foto

Entrada en Luderitz, espectacular!

Mapa de Namibia

Certificado de salud: sigo igual, de mal o de bien, no lo se

Desierto del Namib II

Llegué a Windhoek el domingo 4 de Diciembre, para entonces ya estaba en negociaciones para salir del pais con otro medio de transporte el 12 de Diciembre, por delante tenía una semana en Windhoek (ciudad en la que no hay nada que hacer) así que debía buscar la manera de hacer algo.

Mi primera intención era ir al norte del país a las cataratas de Epupa en la frontera con Angola, así que me alié con Aki, una japonesa con la que habia coincidido en una parte del tour.

El caso es que en el backpacker pregunté como se podía ir al norte y me indicaron que buscara el libro japones y a alguien que me lo tradujera. Por lo visto los japoneses dejan escrito en ese libro todo lo que hacen para los siguientes compatriotas y con todo tipo de teléfonos, información y precios.

Aki leyó la información y yo hice las llamadas para contratar un transporte hasta allí, pero resultó mal porque el dueño de la caravana nos la alquilaba entera y se nos iba de presupuesto, intentamos negociar con él pero no hubo manera de bajar el precio o de encontrar más gente.

Para entonces ya era martes y el tiempo pasaba en la ciudad pero tampoco me aburría, porque estando en un bar con wifi al que iba a robar la señal me encontré con Aija, una chica finlandesa del tour, ella trabaja en Namibia de cooperadora y me llevó a ver PENDUKA su centro para mujeres sordas y/o con SIDA donde les enseñaba informática.

Una visita interesante a un lugar a las afueras de la ciudad llamado Katuturra (un poblado donde fueron marginados los negros durante el Aparheid), hoy en día mucha gente blanca no se atreve ni a acercarse porque dicen que es peligroso, mucha gente está sin trabajo y se dedica a la mala vida, dicen que beben mucho y por la noche es muy peligroso. En paseo por la calle principal conté mas bares que en Pozas!!

En definitiva que era martes y no había plan tras negociar con el transportista del norte, por suerte la noche anterior conocí a Roberto un lepero que estaba cruzando Africa desde Botswana hasta Cape Town y me propuso hacer una excursión a Sossousvlei junto a una pareja de alemanes Hendrik y Maike que habían alquilado un coche para compartir.

El plan era repetido del tour pero con el aliciente de la aventura y de que íbamos a acampar en las dunas, así que allí nos fuimos.

Tras atravesar las pistas del desierto llegamos a ver el atardecer desde las dunas y nos hicimos el campamento, un saco y a la arena a dormir!! Lo que iba a ser soñar en el desierto bajo un manto de estrellas, como corresponde a un principito como yo, se truncó un poco.

A eso de las 2:00 de la mañana me despertó un tuc  tuc    tuc  tuc tuc tuc tuc tuctuctuctuc EINST?? lloviendo en el desierto??? Y ahí nos quedamos durmiendo bajo una cortina de agua como un perro mojado. (tampoco llovió tanto, un par de chubascos, no mas).

Por la mañana aún de noche y sin haber pegado mucho el ojo, nos levantamos para subir a la Duna 45 a ver el amanecer y seguir una caminata aprovechando que estaba nublado hasta el pantano de Sosousvlei.

El desierto del Namib es un paisaje increíble, el rojo de la arena y las formas de las dunas te hace perder la noción del tiempo podría estar un día entero contemplando desde las pequeñas formas de la arena superficial por donde corren los granos, hasta las inmensas dunas.

Rojismos en el desierto

Japanese file!

Hendrik, Maikay Roberto

Rojo por arriba...

Rojo por debajo

Primer Bilbaino que pasba por allí (bar en medio de la nada)

Dejé mi firma también


Desierto del Namib

Continuando con el tour, dejamos Ethosa para dirigirnos a la costa donde llegamos a Swakopmund, un pueblo en el que todo recuerda a Alemania, el nombre de las calles, y de los comercios, y su peculiar arquitectura.

La llegada a Swakopmund la hicimos atravesando el desierto, por una carretera totalmente árida que atraviesa unas minas de oro, uranio y mas minerales que son explotadas por empresas extranjeras (Angola por ejemplo tiene la de oro) y me imagino que el resto será igual...

Me imaginaba la llegada a la costa, la imaginaba con el mismo sol que llevaba toda la jornada machacándonos, pero no fue así, se da en la costa un fenómeno entre el aire frio del mar que está a unos 12 grados y el aire caliente del desierto a unos 35 que provoca una niebla continua y una sensación invernal; lo que desluce la vista del mar.

Este fenómeno es el que provoca que en las arenas del desierto, que se introduce en el mar, se encuentren barcos encallados dando nombre a este litoral: Costa de los Esqueletos.

Aproveché el viaje para visitar Walvis Bay y su asentamiento de miles de leones marinos, a bordo de un catamarán donde se subían pelícanos , focas a saludar. Era un poco circo y es que los dueños del barco dan de comer a los animales así que se montan y puedes hasta jugar con ellos.

Mi primera intención era hacer kayak por la bahía pero como siempre se necesitaba mas gente para hacer la actividad, parece que va a ser una constante en el viaje andar cancelando cosas por ser uno solo.

Una vez dejada atrás la costa del Atlántico, nos dirigimos al desierto del Namib y allí dormimos a las puertas de las dunas, como este tour es "acomodado", dormimos en un campamento con tiendas fijas con baño, cocina y hasta armario, mas parecido a una haima de Gadafi que una tienda de campaña.

Por la mañana pronto entramos en el parque para disfrutar del amanecer, de como los rayos del sol juegan con las crestas de las dunas para hacer un mosaico de colores y dejar tomar fotos increíbles sin ser muy profesional.

El plato fuerte era la ascensión a la duna que llaman "Big Mama" un montón de arena suelta de 90 metros, en el que das cinco pasos y retrocedes 8.

Entre los integrantes del tour había una sudafricana que corre marathones y otras carreras de hasta 70 km, así que ahí me planté con ella para el ascenso. Pufff vaya agotamiento ya se lo que se siente al ser el rival más débil, me sacó casi media hora de ventaja imposible seguirla!

Pero en la cima pude disfrutar de un paisaje único de dunas rojas alrededor, una satisfacción llegar hasta allí.

Después de subir en una hora, la bajada apenas lleva un minuto, la sensación de correr cuesta abajo por una pista de ski como las míticas bajadas por la Reina siguiendo a Mitxelko.

Una vez abajo, te encuentras en un pantano seco una laguna que alguna vez tuvo agua un paisaje árido, espectacular.

Y caminando más allá está Sosousvlei, un oasis, un milagro en el desierto, algo más que simple arena y agua que comentó una alemana desubicada que gastaba horas viendo la tele en el backpacker.

A la sombre del oasis hicimos la comida y vuelta al campamento a pasar la noche para volver a Windhoek.

No olía mal, contra todo pronóstico

Otra raya cruzada

Ufff vaya foto!

Puro espectáculo

Camino a la cima (el palito es a la que seguía)

Vista desde la cumbre

Pintao con las arenas del desierto

Llegando al Oasis, desde la cima de la izquierda que es la mama que subí

Si es un gepardo y si estoy de pie a 5 metros de él, y había otro detrás del árbol


jueves, 8 de diciembre de 2011

Bagnos Namibios

Un pais mas recorriedo y una vez mas una coleccion de bagnos que presentar, el tema del WC del deierto, casi me muero de la risa al entrar... y por supuesto llevaba la camara en la mano para poder reportaros el momento....

* WC en el desierto del Namib, simplemente espectacular y complicado de acertar...


* Otro modelo, es el estilo "savanna toillet" todo al aire!


* Siguiendo con la tradicion sudafricana de poner hielos en los urinarios, los namibios van mas alla y ponen hasta caramelos !! dan ganas de coger uno...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Namibia: primeras impresiones

Después de la triste despedida en Cape Town, tocaba emprender camino otra vez en solitario, la etapa mas larga solo adentrándome en lo desconocido.

Llegué a Namibia con lo puesto y sin saber muy bien que hacer, así que me alojé en un backpacker donde suele haber gente que se mueve en este tipo de viajes y se cogen ideas.

Al de pocos minutos una pareja belga ya me había invitado a subir al norte, al parque nacional de Ethosa, con ellos un par de días. Mi idea era hacer un tour completo del país y después pasar a Botswana, así que decliné la invitación con la esperanza de encontrar el tour adecuado al día siguiente.

Encontré el tour y cuando ya estaba todo listo a las 16 horas lo cancelan porque 2 personas que iban a venir no vienen y para uno solo no lo organizan... Así que estaba sin plan para toda la semana (aquí los tours salen los martes y los sábados)... y lo peor es que cierran las agencias a las 17:00.

Por suerte tenia el mail de una agencia que hacia un tour mas acomodado (no de camping, sino en lodges y cosas así, es decir dormir en cama).

Y ahí estoy montado en un minibus con dos amigos británicos, una alemana y dos finlandesas (madre e hija) viajando de Ethosa a Swakopmun donde pasaré un par de días en la costa Namibia.

En Ethosa hemos estado de safaris dos días, el parque tiene la gracia de que posee una serie de pozas (potxingos) donde los animales en época seca van a beber y bañarse y así es fácil verlos. La casualidad o fatalidad es que estos días en la sabana por las tardes están cayendo unas tormentas bellísimas y eso hace que los animales se queden en las zonas ocultas a los caminos trazados.

Aún así he conseguido ver un rinoceronte blanco una especie muy difícil de ver, y estaba bien cerca! Del resto hienas, jirafas, ñus, cebras, impalas, y antílopes que solo se los nombres en inglés. Una mañana vi una cebra muerta en medio del campo, di el aviso al guía, y por la tarde volvimos y los chacales habían comido la cebra entera dejando la piel casi intacta mientras 25 buitres o mas esperaban a que terminaran los chacales para terminar con los resto, algo diferente que ver en la naturaleza.

En este viaje estoy constatando que no tengo tan mala vista como creía, si bien de noche no veo mucho y menos para conducir (ya habéis sufrido algunos mi miopía no tratada) de día en eso de ver animales me estoy sorprendiendo ya en Kruger despunté y en Ethosa he confirmado que o el resto de la gente no ve nada o no estoy tan mal de los ojos como creía!

Otra cosa es el oído! el viaje a servido para enterarme de que no oigo los sonidos agudos tipo cigarras y grillos, lo cual me deja dormir de miedo (todo ventajas) es una sensación curiosa que te diga Eneritz que ruido hacen las cigarras y para mi es una imagen en pleno silencio de la naturaleza! O no oir el zumbido del antimosquitos de ultrasonidos donado por Amaia. Todo ventajas!!

Eso si no se como pude oír los gritos del murciélago entre las cortinas de Kruger...

También voy tomando oído para el idioma, porque hasta ahora no me había enfrentado a jornadas enteras en inglés: desayuno, comida y cena... Cuando iba acompañado porque se reparte la atención y en el Mar Rojo, como no hay que hablar bajo el agua.... Y cenaba y desayunaba solo así que easy! Pero ahora viajo con la ONU, como bien sabe Martina, y todo es en inglés así que a la fuerza voy haciendo el oído para que no me pasen malentendidos como el del primer día con el guía namibio (blanco, por si hay dudas).

Entramos en un campamento en pleno parque nacional, un recinto de cabañas donde hay gente que pasa allí la noche, tipo hotel. Total que junto a la valla hay un potxingo donde van los animales a beber y el guía de nombre Ockert nos explicó que él iba a arreglar algo del coche y que podíamos ir a ver el pozo de agua que más tarde nos recogería, nos advirtió que nadie nos podía pedir dinero por entrar a verlo que era una un momento.

A lo que yo entendí que si queríamos agua, había un manantial allí mismo y que si nos pedían dinero por el agua dijéramos que era una emergencia.

Y allí me planté todos con cámaras de fotos y catalejos y yo únicamente con mi cantimplora de moutones vacía entre las manos... Por suerte no había nada que fotografiar.

Pero con los días la cosa va mejor y ya no hago mucho el panoli.

Rinoceronte blanco, mucha suerte verlo!

Saltos al estilo argelino

Echando a volar

El coche más grande