Garden Route

Tengo un poco retrasado esto del blog, entre que tenía compañía que merecía mi atención y la organización del viaje no he podido contar como van las cosas, así que voy a poneros al corriente de lo que deparó el final de la estancia en Sudáfrica. A día de hoy 29 de Noviembre me encuentro en Namibia en el parque de Ethosa viendo animales (pero esto será tema de otra entrada futura).

El relato se paró en Durban, donde tomamos el avión a Port Elizabeth, a eso de las 6:00 de la mañana por lo que nos tuvimos que levantar a muy pronto para dejar el coche y facturar, no recuerdo la hora pero ayer cambié el despertador y estaba a las 2:10; supongo que será de otra cosa... El caso es que madrugamos y cogimos el avión y menos mal que nos dieron cajita de desayuno que sino me muero ese mismo día!

A la llegada a Port Elizabeth recogimos el coche, esta vez pedimos un upgrade y nos dieron un spark en el que al menos, con dificultad, cabían las maletas y fuimos al centro de la ciudad para visitarla. Que decepción eran las 8 de la mañana o así y no había nada que ver... así que Eneritz se compró unas chancletas hammed para estar a tono con la gente local y ya fuimos al hotel que a pesar del tiempo las ganas de playa seguían intactas.

El hotel estaba en seaview, una gozada de habitación con balcón enfrente del mar, la pena el tiempo porque si llega a hacer más sol, el sitio es inmejorable! pero a falta de sol fuimos vestidos a la playa y tuvimos suerte porque vimos un montón de delfines cogiendo olas al lado de los surfistas. En esta costa es común el avistamiento de ballenas, delfines y tiburones, así que algo vimos.

El resto de días siguieron en las mismas condiciones climáticas y aprovechamos para visitar una granja (o como se diga) de leones, ya que nos quedamos con las ganas de ver al rey en Kruge,r porque sólo vimos uno y de noche y nunca me quedó claro si era leona o no porque al verlo la primera vez el guía dijo "es un gato pequeño" y después rectificó pero la duda estaba ya sembrada. Vimos también otros animales como jirafas cebras ñus tigres y muchos cachorros de león y tigre.

Entre las visitas que hicimos está el mítico spot surfero de Jeffreys Bay, y el Cano St Francis; sin olvidar Little Venice, una urbanización de chalets de lujo entre canales que hizo las delicias de Eneritz. Hay que decir que en la costa de Sudáfrica hay unas casas espectaculares, se ve que quien tiene dinero puede vivir muy bien, mientras que a pocos metros hay núcleos de "chalets" de hojalata en los que viven los más pobres que casualidad o no, suelen ser la gente de color.

Después de ver toda la costa alrededor de Porth Elizabeth y en vista que el tiempo no cambiaba, comenzamos el camino hacia Cape Town por la llamada Garden Route, y vaya suerte salió el mejor día del año! así que aprovechamos para achicharrarnos en la playa de Pletenberg Bay y hasta me di un bañito en las cálidas aguas del Índico. La Garden Route es un paisaje verde verdísimo que recuerda al cantábrico en algunas zonas pero que para mí, después de tantos kilómetros de polvo por Jordania y Egipto me pareció espectacular, en el camino cruzamos la bahía de Knysa y otras playas y acantilados de paisajes inolvidables.

Camino de Mosel bay, donde dormimos en el bed and breakfast de una señora que nos trató como a sus hijos, adelantamos a la caravana de una boda y al pasar por el coche de una dama de honor sacamos una foto que nos devolvieron al volver a adelantarnos, con los de la boda tuvimos kilómetros de diversión antes de parar a descansar.

Trás dejar atrás la Garden Route nos metimos de lleno en la Wine Route, de la zona interior de Cape Town. Antes de entrar de lleno en el mundo vinícola hicimos una excursión a una playa de supuesta arena blanca que era todo menos blanca, y de ahí salimos a la carretera principal por uno de los atajitos que Ene suele proponer siempre con acierto inverso (es decir que no da una!) estando en Nelspruit (Kruger) entre conducir por la izquierda con todos los mandos al revés y las prisas de que nos den el coche para salir hacia Kruger cometí el error de dejarle la labor de guiar la conducción, por aquí ahora a la izquierda y esta es la R-4 (nos dijo el del coche que para ir a Hazeyview de las dos carreteras que había la mejor era la R-4) total que me guió hasta un camino de tierra... pues por aquí será me autoconvencí... pasaron los kilómetros yo ya no tenía ninguna confianza en que esa era la carretera... y escuche de su boquita pequeñita "si esta es la carretera buena, ¡cómo será la mala!" que valor!

Desde entonces todos los caminos a los que desembocamos siguiendo sus indicaciones fueron bautizados como autopistas. Pues bien en la salida de la playa de arenas "blancas" me metió en una autopista que sólo cruzaban tractores y avestruces.

Finalmente llegamos a Franschoek un pueblo en medio de los viñedos y rodeado de montañas donde nos dimos un homenaje en el restaurante de la lista Pelegrino "Le quadre française" una experiencia muy buena y con gran maridaje de vinos sudafricanos, para la ocasión busque en el doble fondo de mi mochila y me vestí como para posar en el HOLA!.

Antes de llegar a Cape Town visitamos Stellenbosch y una bodega Spier, donde hicimos una cata de vinos y compramos unas botellas para nuestro hogar sudafricano, y digo hogar porque nada tenía que ver con los alojamientos que he tenido en este mes y medio, eso sí por las mañanas algún tipo de animalillo paseaba por el tejado, tampoco quisimos saber de que se trataba.

Que majo parece...

Cap St Francis

Atajitos...

Primer baño... en el índico!

Playismos sudafricanos

Vaya pillada!

Vaya! que buena tarde se ha quedado...

Vaya posado primaveral

Muchos años en barrica

Un hogar ...

Que cosa tan inesperada

Pero que majos sois!!

Me suena esta vista

Hammed hammed