miércoles, 11 de enero de 2012

Navintura

Navintura es como he titulado lo vivido entre los días 24-28 de Diciembre en Africa para celebrar la nochebuena y la navidad de 2011 en el Noroeste de Namibia.

Después de despedirme de todos en Vic Falls, debía cruzar a Zambia para proseguir con mi ruta, para ello elegí hacerlo andando para darle una componente de aventura al paso. Así que tras hacer algunas compras y gestiones de gran importancia cogí mi mochila dispuesto a cruzar la frontera.

Justo antes pensé en sacar unos dolares del cajero automático que hay en Victoria Falls y que da dólares; después de la última crisis del país en el que la moneda se iba devaluando por días y se emitieron billetes de hasta billones de dolares de Zimbabwe, se adoptó el dolar americano como moneda de uso legal. Así que bajo el sol abrasador me planté en el cajero que justo con el anterior cliente se quedó sin billetes para mi. Diez minutos informaron que teníamos que esperar... después de una hora bajo el sol decidí que cruzaba la frontera sin ese extra de dólares que me harían pasar algunos apurillos al final de la etapa africana.

El paso de la frontera consiste en pasar el puente en el que se hace puenting y caminar unos kilómetros más, las vistas son espectaculares y aunque con el calor que hacía a eso de las 14:00 (la mejor hora sin duda) se me hizo un poco agonía, llegar hasta la garita de la policía Zambiana donde pagué mis 50$ de visado y apañé un taxi compartido hasta Livingston.

Los días en Livingston en espera de la navidad fueron tranquilos y de recuperación de las heridas de las últimas semanas, visité las cataratas desde este país por tierra, yo creo que son hasta más bonitas las vistas y por aire en vuelo en ultraligero, una experiencia inolvidable donde me sentí realmente volando. En el vuelo coincidí con Eli y Max (madre e hijo) canadienses con los que coincidiré más adelante en varios lugares.

En el backpacker donde me quedé, Jollysboys camp, coincidí con un montón de gente viajera con la que compartí mis vivencias y ellos las suyas, la verdad que hay un montón de gente moviéndose por el mundo con historias increíbles. De ellos con los que más vida hice fue con Hani y David una pareja de austriacos y Amy una australiana que estaba viajando durante 5 meses por Asia y Africa donde estaba trabajando de voluntaria.

Sobre el mundo de los voluntarios en Africa se puede escribir otro blog, me he encontrado de todo desde gente abandonada en un pueblo sin luz y prácticamente sin posibilidad de hacer nada por ayudar por no tener medios, hasta gente que debe enseñar a pescar a la gente del pueblo sin haber pescado en su vida y sin hablar el dialecto del lugar... hay miles de historias que intentaré recopilar algún día.

Estando en Livingstone coincidí con Hanni y David en el camp, y aunque su ruta era contraria la que estaba haciendo, decidí dejarme llevar y recortar mi lista de países a visitar siempre que me surga un buen plan.

Ante la perspectiva de que no iba a haber nada especial con el orfanato tal y como me habían comentado en su día, dejé mis regalos para los niños en una caja llena de juguetes y otros presentes y partí con Hanni y David.

Hanni había trabajado en Katima-Mulilo (Namibia) hacía dos años, y conocía gente allí, así que la nochebuena la pasamos en la fiesta de su amigo Eddy que organizaba en su Bar, Bezi, a orillas del rio Zambezi (100 km aguas arriba de las cataratas). Y ahí hicimos acampada la noche de nochebuena en un sitio bucólico, a pocos metros de las orillas del rio donde también dormían algunos cocodrilos.

Por la mañana del 25, a falta de regalos (será que los cocodrilos asustaron a papa noel, santa klaus, al olentzero, al niño Jesús y el resto de ánimas que entregan los regalos esa noche), a falta de regalos como decía dimos un paseo por la orilla del río para ver como los cocodrilos saltan agua al sentir nuestros pasos. Toda una experiencia!

El plan para el 25 era movernos al Este hasta la reserva de Seshewe y acampar allí. Nada más salir nos dimos cuenta de que nos habíamos dejado la carne que teníamos comprada en el frigorífico de Eddy así que de camino debíamos comprar algo, una gallina viva para cenar...

En esa misión paramos en Masila una aldea que en ese momento celebraba el día de Navidad como se celebran las fiestas populares en España, de bar en bar, con gente bebiendo y pasándoselo en grande. Y ahí nos juntamos a la verbena, no se porque pero nos sentimos observados...

La experiencia desde luego que fue divertida y auténtica, y encima conseguimos un tupper con cordero (para rememorar los moutones argelinos).

Tras dejar el pueblo nos adentramos en la reserva para acampar y encontramos un camping abandonado, que nos pareció un sitio inmejorable para pasar la noche. Cada parcela tenía una estructura para montar la tienda en alto entre las ramas de los árboles, lejos de los elefantes y resto de animles que se movían por allí. Elefantes había, porque nos cruzamos con una manada y la madre de los pequeños salió corriendo amenazante tras nuestro coche (una pickup cubierta) y los oíamos mientras cenábamos.

Antes de cenar David se empezó a encontrar mal de la tripa y sus visitas al baño eran muy frecuentes, así que se fue a dormir a la parte trasera de la pickup mientras Hanni y yo cenábamos. Antes de ir a dormir le preguntamos a David como estaba y se le veía sudoroso y no muy bien así que le puse el termómetro y para mi sorpresa tenía 40,5! se me escapó un uuuu! aunque no quería asustarle y como Hanni veía 37 en la columna de mercurio, tuve que decir en alto 40.

La decisión fue rápida y unanime, teníamos que ir al hospital de Katima a unos 100 Km, y eso hicimos, después de una hora y media estabamos con el doctor que le confirmó que no era malaria y le dió paracetamol, antibioticos y unos sobres de suero para que no se deshidratara. De ahí volvimos al Bar Bezi a dormir en el mismo sitio que la noche anterior.

Al día siguiente nos quedamos los tres en el Bezi para ver como evolucionaba David que después de comer ya estaba mejor y salimos de nuevo al campamento abandonado. Allí pasamos la noche del 26 de Diciembre y por la mañana hicimos un safari en nuestro propio coche hasta la frontera con Angola a través del parque natural de Seshewe, donde vimos elefantes e hipopótamos y antílopes variados.

De vuelta al campamento los monos nos habían robado el pan y desde los arboles nos empezaron a hacer pis y caca, menos mal que solo acertaron en el coche pero nos dejaron una peste y una concentración de moscas que decidimos cambiar de ubicación para la siguiente noche.

Esta vez el camping estaba operativo y el sitio es inmejorable, al borde del rio Kwando el paraíso en medio de la reserva del Caprivi rodeados otra vez de elefantes, hipos,  cocodrilos, algún león que rugía a lo lejos cien millones de ranas haciendo una música ensordecedora y por la noche rodeados de miles de luces, estrellas, tormentas a lo lejos, luciérnagas... Un espectáculo!

Y así pasaron mis Navidades de 2011, inolvidables!. El 28 de Diciembre regresamos al bar Bezi, y de ahí a la frontera con Zambia, donde nos despedimos definitivamente; yo crucé a Zambia y Hanni y David recorrerán ahora Namibia de Norte a Sur. Travel Karma!!

Vaya lio de ceros!!!

Este es el puente que hay que cruzar y desde donde arranca el rafting...

Vistas desde el lado zambiano

Un pequeño homenaje con productos típicos del centro de Africa

Otra vez en Namibia...

Como Ñami Ñami (el Dios del Zambezi)
Bezi Bar
Gap year


Amanecer navideño

Durmiendo en los árboles

Mira! un wild dog! hiena en euskera...

ALUCINANTE!!!!

2 comentarios:

  1. Cocodrilos, campings abandonados (cito literalmente "un sitio inmejorable para dormir"), caza de gallinas vivas para cenar, rugidos de leones entre bocado y bocado de moutones argelinos, hienas que hablan en euskera.... miedito pensar en el "componente de aventura" que querrás poner a las noches bilbainas cuando vuelvas....... merde, ya no duermo ni con orfidal!

    Aventuradas Navidades sin duda.. casi más difícil sobrevivir a ellas que a las rebajas del 7 de enero que-han-caído-en-sábado!!

    Lo del ultraligero después de haber vivido para contarlo alucinante :)

    Ganas de seguir leyendoooo!!

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  2. Pues si que ha sido Navintura. Se me rompe el corazón al saber que ni Nöel, ni Santa, ni los Magos ni el Olentzero apareciersn por allí, pero con tantos bichitos peligrosos sueltos y la falta de chineneas, les echaría para atrás. Seguramente te dejaron los regalos en Bilbo :)
    A ver qué nos cuentas de Tanzania, seguro que algo sorprendente encontrarás.
    A disfrutar a tope!!!

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